Travesuras de la niña mala/The Mischiefs of the Bad Girl

A Gathering of the Tribes

Mario Vargas Llosa

 

Travesuras de la niña mala/The Mischiefs of the Bad Girl

Lectura en la 92nd “Y” de Nueva York

15 de octubre de 2007

Por Linda Morales Caballero

 

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      Mario Vargas Llosa, el escritor hispano-peruano de reconocida trayectoria dio una lectura de su más reciente novela Travesuras de la niña mala el día 15 de octubre en el  Kaufmann Concert Hall de la YMCA sobre la calle 92 en Manhattan, más conocido como la “Y” en Nueva York.

Después de la bienvenida al evento por el representante del director de la Y, vino la presentación del Sr. Jonathan Galassi, su editor, quien anunció que luego de la lectura, el escritor respondería a algunas preguntas formuladas por el público mediante tarjetas y firmaría libros en otro salón. Mario Vargas Llosa hizo entonces su entrada al escenario frente a una sala llena por una audiencia de habla inglesa y castellana, más o menos a partes iguales, quien le brindó una bienvenida con efusivos aplausos.

      Vargas Llosa, Vestido de riguroso traje negro y lentes en mano explicó que haría una lectura bilingüe del libro traducido al inglés por Edith Grossman, a quién elogió por su trabajo. Acto seguido, comenzó en español con una breve lectura del primer capítulo de la novela, dónde Ricardito, el protagonista, y la niña mala, Lily, hacen su primera aparición. A continuación y en un inglés de marcado acento hispano hizo una larga lectura del capítulo II del libro.

Vargas Llosa bebiendo sorbitos de agua, de cuando en cuando, llevó al público por las páginas de su más reciente novela. Los asistentes rieron celebrando su sentido del humor, lo que  hace pensar que: o Vargas Llosa ha desarrollado un sentido del humor internacional o bien logra hacer entrar a los lectores en su mundo.

Cuando la lectura en inglés comenzó a resultar un poco extensa algunos asistentes se retiraron mientras otros comenzaron a distraerse, especialmente un grupo de muchachos de la escuela quienes tenían reservada gran parte de la platea. Pero Vargas Llosa no pareció enterarse si bien tal vez le produjo alguna distracción ya que, a pesar de la fluidez con que leía, a partir de este punto tuvo que repetir la entonación de algunas palabras.

Sin embargo llegada la hora de las preguntas, toda la audiencia (que seguía siendo la mayoría) volvió a concentrarse:

¿Ud. cree que los libros deben entretener?

A lo que respondió que sí, que si no entretenían eran un fracaso. “Deben atrapar al lector o tratar de hacerlo”, añadió.

¿Fue difícil escribir Travesuras de la niña mala?

“Siempre es difícil para mí” dijo, “a veces doloroso”. Explicó que un libro puede llevarle entre dos y tres años. Comentó que poco a poco se “infecta” de su atmósfera “y es entonces cuando me envuelvo”. Y confesó, “Al principio estoy distante”

¿Re-inventar a Madame Bovary lo inspiró?

“No, para nada. Tuve esta idea (la suya) por mucho tiempo. Quería escribir una novela romántica moderna, en un mundo dónde las cosas han cambiado mucho” Y aclaró que éste es ahora un mundo dónde las mujeres pueden tomar decisiones. La idea de la novela romántica se sumó al recuerdo de los lugares donde el escritor vivió y quiso utilizar su memoria histórica y personal. Aclaró que en la novela la parte del romance era la que tenía más ficción.

¿Vivir en el extranjero ha influido en su trabajo?

“Por su puesto, yo no sería el escritor que soy si no hubiera vivido en el extranjero” Dijo que sería un escritor de todas formas, pero uno diferente. Agregó que había sido influenciado tanto en la metodología que usa como en el tener unos horizontes más amplios que a su vez lo habían llevado a un mejor entendimiento de las relaciones humanas y del Perú.

“Fue en Francia que descubrí que era latinoamericano. Yo no me reconocía como un latino, me sentía como un peruano que deseaba ser un escritor en Francia”. Añadió que fue allí, en París, dónde descubrió a los otros integrantes del boom Latinoamericano y mencionó entre otros a Carpentier, Borges y Cortazar. “Esto enriqueció mi vida” dijo, y añadió que Octavio Paz llamaba a Paris “la capital de los escritores latinoamericanos” Atribuyó esta falta de reconocimiento a la ausencia de comunicación entre los países latinoamericanos.

“Yo respiré los años de la utopía” dijo, tal vez para aclarar su simpatía por los temas de izquierda de esa época. “Era prácticamente imposible no ser seducido por estas ideas. Entonces descubrí que los mitos y las ideas no eran parte del mundo real. Creíamos que la literatura tomaba parte en la transformación del mundo político y esto nos daba energía. Hasta que en los años 60’s las cosas comenzaron a cambiar”.

¿Es Ricardo (el protagonista de la novela) un patético, un romántico o ambas cosas?

“Mirándolo de lejos es un mediocre que solamente quiere vivir en Paris, eso llena sus expectativas. Pero por el tipo de amor que siente por la niña mala él vive una aventura extraordinaria a nivel personal”. Sobre la niña mala dijo, con una sonrisa de satisfacción, que ella era muy diferente, que la vida para ella era luchar, que era feroz para sobrevivir, alguien que vista de lejos podía ser condenada pero de cerca se volvía un ser humano mucho más creativo e interesante (que Ricardito)

La pregunta final no pudo estar mejor seleccionada a propósito de que la novela habla de lugares, moda, bebidas y comidas:

¿Qué elegiría Ud. si supiera que va a comer su última cena?

“¡Si supiera que esta es mi última cena no podría comer nada!” terminó diciendo y cerrando la presentación con un sentido del humor que todos celebraron riendo y con  muchos aplausos.

 

Luego de concluida la lectura se pasó a un salón donde una fila muy  larga de lectores esperó a que Vargas Llosa les firmara sus libros.

 

Nota: La sección de preguntas y respuestas fue llevada a cabo en inglés, para traerlas al público hispano parlante estas han sido traducidas lo más fielmente posible por la periodista.