DEL REALISMO MÁGICO A LA CIENCIA FICCIÓN - Por Linda Morales Caballero

thebriefwondrouslifeofoscarwao.jpg Es difícil abarcar una novela como The Brief Wondrous Life of Oscar Wao (algo así como La corta y fantástica vida de Oscar Wao) de Junot Diaz merecedora del Premio Pulitzer a la mejor novela de 2007. El trabajo contiene muchos ingredientes literarios que derivan en géneros y subgéneros los cuales hacen que la narración se vaya abriendo como una caja de Pandora que disparará su contenido en todas las direcciones hasta hacer blanco en el lector. Describir la historia se hace complejo ya que, aparte de lo antes mencionado, el argumento se basa en gran parte en el conocimiento de los comics y la ciencia ficción (no es requisito pero si un buen referente para no perder la gracia de la que sólo participan los conocedores) Díaz, también, saca buen provecho de la curiosidad del anglo-sajón para quien las culturas que pueblan gran parte de sus ciudades son aún un misterio por descubrir. La presencia del lenguaje contemporáneo invita al lector joven, y la fascinación ante la extrañeza de un protagonista de ghetto que no encaja en los estereotipos desarma la expectativa del lector. Díaz lleva, especialmente al norteamericano, a tratar de comprender a los nuevos inmigrantes, en este caso dominicanos, jóvenes de los 80´s  a través de la sorpresa que produce un héroe, o mejor un antihéroe dominicano nada convencional quien ni siquiera sueña con jugar al baseball. La realidad que nos cuenta Díaz está cercada por la familiar extrañeza de un Nueva Jersey dominicano insertado en un barrio hispano y dónde, muy probablemente, la mayoría de sus lectores nunca ha incursionado en persona. Es decir, Díaz nos cuenta la historia de unos seres contemporáneos pero que a la vez representan un grupo misterioso para la mayoría de los habitantes de este país. Creo que éste es uno de los grandes aciertos de la novela, llevar puertas adentro, historia adentro a los lectores, sumergirlos en las razones por las cuales los personajes y a la vez la sociedad que él retrata, es y actúa como lo hace. La novela nos ilustra un mundo visto desde dentro y fuera de la Republica Dominicana, nos habla de los traumas heredados por estos inmigrantes, y por lo tanto, nos aclara el por qué de ciertas actitudes antisociales, rebeldes, indiferentes o nerds de los personajes y hasta cierto punto de una nacionalidad que a pesar del tiempo transcurrido todavía arrastra el fantasma de la época del trujillato, más presente aún en aquellos que se sienten presos por esa maldición hereditaria llamada “fukú” como la familia Cabral a la que pertenece Oscar. ¿Podríamos, tal vez, agrupar todo este mundo, ya posterior al Realismo Mágico y decir que con Díaz llegamos a la ciencia ficción dominicana? De alguna manera esa realidad de la novela trasmitida a través de demasiados géneros y subgéneros para encasillarla, me produce la sensación de extrañeza que me da la ciencia ficción, y aunque no se trate de una novela Sci-fi, la realidad en ella parece tener algo de ese género porque en el vive el desconcertante protagonista y su mundo. Como en la ciencia ficción esta realidad es inasible, ya que es de una dimensión desconocida para casi todos los lectores, la que a la vez que nos integra nos aleja de la cotidianeidad. Quizás por esta razón o tal vez, por que la realidad siempre supera la ficción: rompe estereotipos, toca verla con otros ojos, aceptar otras perspectivas, nuevas posibilidades y teorías aunque no siempre sea cómodo romper los clichés. ¿Pero que más tiene de especial la novela de Díaz? ¿Qué es lo que ha llamado tanto la atención del público y la crítica?  Quizás como dijo él mismo en una entrevista otorgada a Authors@Goolge, es que en la cultura americana siempre están buscando quien les explique lo que no entienden de una comunidad en vez de sumergirse en ésta y entender su riqueza. Díaz nos presenta la realidad dominicana desde la interpretación de unos personajes que se encuentran entre dos culturas siendo por lo mismo únicos; y como dice también en la entrevista antes citada: el público (léase anglo) suele ver a través de un escritor de “color” (como se denomina a sí mismo el autor) al colectivo de la etnia a la que pertenece, añadiendo que para representar la nacionalidad dominicana habría que escribir 10 millones de novelas y aún así esa sólo sería el primer pasado de la realidad de su país, desvinculándose así de ser vocero de su comunidad sin dejar de pertenecer a ella. Al respecto de la comunidad a la que pertenece y al individualismo de los seres humanos Díaz utiliza la novela para ejemplificar esto, para romper estereotipos. Oscar Wao (Wao siendo un sobre nombre de una pronunciación dominicana de Wilde) es un ser único (como lo somos todos) pero este es único y raro, es dominicano, pero no es conversador y dicharachero, tampoco un macho de gran actividad sexual, sin dejar de ser enamoradizo. Oscar es único porque es un “nerd”. Oscar es también un excelente retrato de alguien como Junot Díaz su creador, escritor dominicano que sorprende quizás especialmente porque rompe con los clichés que pesan sobre su comunidad ya que éstos borran al individuo y su individualidad, su originalidad, lo cual no está en contra de que ese individuo sea a su vez parte de un colectivo. Según Díaz en la misma entrevista antes mencionada todos somos individuos pertenecientes a un contexto sin el cual no podríamos ser los individuos que somos. Pero para lanzar un poco de luz a la asimilación de la novela quisiera mencionar que el libro, linguisticamente hablando, está escrito en inglés coloquial con frases en un español de modismos dominicanos, el que irrumpe de golpe porque no hay otra forma mejor de decir lo que se dice en ese momento, esa voz es propia del personaje y en inglés no tendría sentido. No recuerdo haber encontrado una sola palabra de lo que personalmente entiendo por Spanglish: una suerte de híbrido de una palabra inglesa españolizada, en The Brief Wondrous Life of Oscar Wao lo que leemos, como dije antes, es el español local irrumpiendo en el inglés del narrador en una historia es bilingüe por naturaleza. Por otro lado cada personaje tiene una voz muy propia y por lo tanto identificable consigo mismo y con el lector. Por ejemplo, podemos identificarnos con la maternal La Inca; o con la rebelde y socialmente comprometida adolescente y hermana de Oscar: Lola; tal vez con el mujeriego narrador que además fue protagonista de Drown (el trabajo anterior de Díaz) y aún otros se identificarán con Belicia y su orgullo hermético, casi inhumano, legado de un pasado inmencionable. Oscar, el protagonista hará uso del lenguaje de manera fantástica casi críptica, a la manera de los comics, libros, series o películas de ciencia ficción, los mismos que ocupan la mayor parte de su tiempo útil ya sea leyendo, viendo (en series, juegos y videos) o escribiendo historias interminables en un lenguaje codificado que  lo lleva a creer que algún día podrá ser el equivalente a un Tolkien dominicano. Sin embargo dicho lenguaje parece ser la expresión de lo que no puede expresarse y lo restringe a su mundo, es parte de su cárcel, tanto como lo es su cuerpo obeso. Además, Oscar es también enamoradizo y para complicar más las cosas su falta de belleza física y su calidad de “nerd” lo hacen patético, con poquísimas relaciones sociales, proclive a la depresión y suicida en potencia. El final tal vez podríamos leerlo como Oscar volviendo a las raíces y por lo tanto volviendo a caer en la maldición del pasado en un presente no menos brutal y por lo tanto mucho más fácil de identificar y hacer convergir con los lectores acostumbrados a la realidad de noticiero que toman los hechos para el protagonista. La obra también cuenta con curiosas notas a pie de página que casi siempre ensanchan la narrativa guiándonos a través un pasado que incluye todo tipo de información, tanto anecdótica como histórica: la invasión norteamericana a la República Dominicana,  el playboy Porfirio Rubirosa, la actriz María Montez, notas personales del narrador y por su puesto la tristemente legendaria y brutal dictadura de Trujillo, y dónde a veces los datos de la tradición oral son tanto o más importantes que lo que conocemos de los libros de historia. Parte de esa tradición oral es la creencia en el fukú y el zafa para protección de calamidades, lista a la que podemos añadir al mágico personaje sin rostro que anuncia la muerte muy propio de las tradiciones orales de los pueblos latinoamericanos y que tanto alimentaron al Realismo Mágico. La religiosidad, el amor y el sexo tienen un lugar preponderante en la historia. Yo hubiera dicho que lo que mueve a Oscar Wao es el amor, pero su autor dice que es la soledad y habrá que tomarlo en cuenta. El trato desinhibido que da Díaz al sexo, la desenvoltura con que trata el tema, el lenguaje insolente con el que naturalmente se expresa son muy propios de la cultura a la que pertenece. ¿Será que como dice el autor que todos alimentamos los estereotipos al creer en ellos? Pienso que hay “maneras de ser” que no necesariamente aplican al individuo pero que siempre estarán ligadas a una nacionalidad o etnia a menos que con la globalización lleguemos todos a ser muy parecidos y ya no haya nada que nos identifique. Creo también que la individualidad hay que ganársela y que además tiene un precio que no todos están dispuestos a pagar. Respecto al tema del sexo sorprende la exactitud de los puntos de vista femenino y masculino que parecen haber sido escritos por personas del sexo de quien habla. Como buen latino (y he aquí otro cliché) Díaz hace gala de un contagioso sentido del humor y a pesar de la tristeza que debiera desolarnos, alcanza un balance a través de toda la novela que es también un positivo hilo conductor para nuestras emociones, a propósito de que en la antes citada entrevista, el escritor dice que: el equilibrio, es lo más difícil de lograr. Por el revuelo que ha causado en los medios anglosajones es de esperar que Junot Díaz vuelva con un próximo trabajo quizás antes de lo esperado ya que entre éste y el anterior hubo un lapso de 11 años. No veo inconveniente en demorar lo necesario para lograr el fin deseado. Mientras tanto espero la versión al castellano que permita a otros opinar desde otras perspectivas. ¡En hora buena! junotdiaz.jpg Junot Diaz (the picture is from wordpress)

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